Había una vez un Parque Chapultepec en Cuernavaca

Maleza y máquina en el vaso del lago

Máximo Cerdio

El Parque Chapultepec, que abrió sus puertas al público en 1931 fue, desde siempre, un lugar mágico, de recreación y diversión para varias generaciones de morelenses.

Casi todos los días había muchos visitantes, pero los sábados y domingos estaba lleno. Llegaban personas de la capital del estado, pero también de la Ciudad de México y de Guerrero, Puebla, del Estado de México, entre otros.

Era un lugar fresco, de 11 hectáreas, con antiquísimos árboles, plantas y actividades donde las familias podían divertirse.

También había animales cautivos como cocodrilos, tejones, changos, lechuzas, halcones, guacamayas, pavorreales, gallinas de guinea, patos, pericos, peces, muchos peces, que eran un gran atractivo para los niños.

Un trenecito llevaba y traía a las personas por toda el área, sobre unas vías especiales (el tren ahora esta arrumbado y en vez de repararlo concesionaron el servicio a particulares quienes introdujeron su propio transporte).

Existía un lago artificial grande con “lanchitas” en las cuales se podía navegar como en el Lago de Chapultepec de la Ciudad de México y que fue por un corto tiempo un “delfinario” (en la época de los años noventa).

Escombro en andadores

En la mente de las personas que nacieron en esta ciudad o de las que han vivido largo tiempo aquí, el parque es un oasis, un espacio familiar único en todo el sentido de la palabra, ya que no había otro sitio para asistir con la familia, pasarla bien con poco presupuesto y divertirse.

Pero desde el mes de mayo de 2013, este lugar perdió atractivo para una gran parte de la población morelense. El gobierno anunció que el parque se convertiría en una “Zona Protegida para el Aprendizaje y Cuidado del Medio Ambiente”, pero no advirtió que el espacio reduciría significativamente (hasta casi desaparecer) su objetivo de diversión y recreación.

Todos lo extrañan

En la actualidad, el parque está vacío la mayor parte del año y durante las vacaciones llega poca gente. Casi toda la fauna ya no existe y las instalaciones se encuentran descuidadas.

Conurbados hizo varias visitas en diferentes horarios. El 6 de abril de 2017, se pudo observar que de entre la larga fila de locales cerrados, había uno abierto. Un empleado dijo que cada vez llegan menos personas. “La gente venía por los changos y por el lago, ahí había muchos patos y pescados, eso era lo que jalaba, pero ahora no. Vienen estudiantes, pero no compran o compran poco”.

Patos en el estanque

Adriana, profesora jubilada, relató que una ocasión (21 de julio de 2013) durante un recorrido de autoridades de la Secretaría de Desarrollo sustentable por el parque para supervisar el avance de las obras, ella encaró al secretario Topilzin Contreras: “le grité que yo sabía muy bien en número de patos que había en el parque, porque yo venía todos los días a caminar y les daba alimento, y que si no regresaba a todos los que se habían llevado lo iba a demandar. El secretario sólo sonrió”.

Una mujer de nombre Perla, que paseaba por el parque con sus hijas, dijo a Conurbados que a ella en lo personal le parece que fue buena la decisión de no tener animales enjaulados, aunque no tendría caso que se los llevaran y los enjaularan en otro lado; sin embargo, a sus hijas sí les gustaban los changos, las guacamayas y los peces del lago. También mencionó que al parque ya no va tanta gente como antes, que a pesar de ello siempre lleva a sus hijas porque a ella la levaban sus padres cuando era chiquita.

Ana María, una adulta mayor, dijo que ella iba a caminar por el lugar. Antes de que sacaran a los animales y descuidaran la zona, llegaba todos los días por la mañana, incluso tenía un grupo de amigos y amigas que caminaban juntos por todo el circuito, sin embargo desde el año 2014 sólo va una o dos veces por semana porque ya no llega tanta gente como antes y el sitio se ha vuelto solitario e inseguro por las mañanas y las tardes: “es una lástima que lo hayan descuidado tanto, yo traía a mis hijos cuando eran niños, era muy bonito, fueron buenos recuerdos esos años”.

Uno de los trabajadores del parque contó que desde hace dos años la visita ha disminuido mucho en comparación con años anteriores: “vienen muchachos de la primaria y secundaria, de prepa, y pocas familias con niños. No sabemos por qué, tal vez porque ya no hay animales como antes ni sirve el lago”.

Hay aún cuatro o cinco pavorreales de cerca de 12 que había, un perico, un ave de rapiña, dos cocodrilos y algunos tejones.

Las jaulas fueron vaciadas y acondicionadas e instalaron allí orquídeas y en la jaula grande de las guacamayas y los pavorreales pusieron unas telas e improvisaron un mariposario.

Se llevaron, también, las carpas rojas y amarillas del estanque.

Vaso del lago

El lago y las aguas negras

El jueves 6 de abril el lago estaba lleno, pero de maleza. Había un trascabo entre las hierbas y el arroyito apenas se distinguía. Las lanchas estaban paradas y alineadas.

El domingo 24 de julio de 2013 fue uno de los últimos días en que las familias de Morelos pudieron disfrutar el paseo en lancha. Así se documenta en unas fotografías que el gobierno del estado envió y que acompañaban a un boletín en el que se consignaba que el gobernador Graco Ramírez había visitado el Parque Chapultepec.

En noviembre de 2015 dio inicio la construcción del proyecto del Paso Exprés y a finales de julio de 2016 los obreros rompieron la tubería de aguas negras y éstas fueron a dar al lago de Chapultepec, contaminándolo.

Topilzin Cabrera

Topiltzin Contreras minimizó los daños al lago y aseguró que ninguna carpa había muerto y que la empresa Aldesa, encargada de los trabajos de la ampliación carretera del Paso Exprés, solventó los gastos por la limpieza de los contaminantes dentro del cuerpo de agua, por ser la causante del daño.

También prometió que en la semana del 8 al 13 de agosto de 2016 se reabriría el lago al público. Esto no ocurrió.

Sin embargo, el 5 de abril de 2017 durante su comparecencia ante la Comisión de Planeación para el Desarrollo y Asentamientos Humanos, del Congreso del Estado, Contreras MacBeath admitió que el parque ecológico había tenido graves daños por la descarga de aguas negras durante la temporada de lluvias, ocasionada por el proyecto carretero y que la empresa constructora debería enfrentar su responsabilidad.

El 8 de mayo de 2017, Conurbados documentó por medio de fotografías que, si bien la maleza del lago había sido limpiada, el vaso seguía vacío. Sólo el hilo del arroyito de agua partía por la mitad ese desierto.

Un proyecto millonario

El 25 de abril de este año, en una conferencia de prensa, el secretario de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado (SDS), Einar Topiltzin Contreras MacBeath, respondió a pregunta del reportero de Conurbados, que en la “Zona Protegida para el Aprendizaje y Cuidado del Medio Ambiente”, el gobierno del estado había invertido más de 30 millones de pesos: “la Secretaría de Desarrollo sustentable ha invertido aproximadamente 10 millones de pesos y se invertirá otros seis millones de pesos; esto aunado a la Comisión Estatal del Agua que invirtió cuatro millones en el saneamiento de las descargas y la Secretaría de Cultura ha invertido como 16.7 millones de pesos”, explicó.

Según el titular de la SDS en Zona Protegida para el Aprendizaje y Cuidado del Medio Ambiente, con esa millonaria suma se realizaron varias acciones y proyectos, algunos en colaboración con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos:

  1. El 6 de mayo de 2013: extracción de los animales que se encontraban dentro del parque y envío a su habitad natural o bien a lugares aptos para su cuidado; retiro de los peces del acuario porque eran depredadores y se pondrían en su lugar especies endémicas como el cangrejito barranqueño de Cuernavaca y la carpa de Cuernavaca; cancelación del espectáculos circenses con aves (con guacamayas); retiro del comercio informal; orientación de la casa del Terror y la Casa del Tío Chueco al medio ambiente; recuperación del aviario también; continuación del trenecito como atracción.

(Ocho meses después.)

  1. El miércoles 8 de enero de 2014: colocación de las especies exóticas de peces, en la parte baja del arroyo e introducción en la parte alta de la ‘Carpita Morelense’ y el cangrejito barranqueño; construcción de un jardín y una Unidad de Producción de Plantas Acuáticas con 17 especies de plantas de agua endémicas y amenazadas; instalación (donde se encontraba el delfinario), de un Centro de Reproducción del Bagre de Balsas y la mojarra criolla, especie de las más importantes de la Cuenca del Balsas, para reintroducirlos en el Río Amacuzac; instalación de un laboratorio para investigar especies acuáticas.
Jorge Luna Figueroa, director del Centro de Investigaciones Biol+¦gicas (IIB) de la UAEM

La UAEM

Jorge Luna Figueroa, director del Centro de Investigaciones Biológicas (IIB) de la UAEM, confirmó que en 2014 el instituto trabajó con la SDS en un programa que incluyó, entre otras etapas, el estudio y la siembra de la Carpita de Cuernavaca, una especie que existe de manera natural en El Texcal: “en la barranca de Chapultepec las condiciones resultaron idóneas para su reproducción, por eso se escogió ese sitio”, expuso; y también dijo que por las mismas fechas se trabajó con la mojarra criolla y el bagre del Balsas.

Explicó que para este proyecto se tuvo que cambiar de ser un parque de diversión a ser “área natural protegida”, pero esto lo decidió el gobierno del estado, es una política estatal.

“Como biólogo me parece muy importante que se haya hecho eso: preservar a la Carpita de Cuernavaca, pero como ciudadano tengo un conflicto, ya que el Parque Chapultepec toda la vida había sido un espacio ciudadano de diversión, yo disfruté mucho ese parque cuando era niño”.

Luna Figueroa también dijo que es posible que la preservación y la recreación coexistan en ese parque, pero habría que acondicionarlo.

También dio a conocer que quizá al gobierno del estado le ha faltado más difusión entre la población de este cambio que hizo en el parque, ya que mucha gente llega a divertirse: las escuelas y los alumnos lo saben, pero la gente lo ignora.

No se observa a simple vista la “gran” inversión

Durante las visitas que los reporteros de Conurbados hicieron al Parque Chapultepec, de todo este proyecto que le ha constado al pueblo de Morelos más de 30 millones de pesos, se pudo observar un “orquideario” improvisado en las “jaulas” donde estaban cautivos los monos araña; un mariposario hechizo en la jaula de los pavorreales. Se recorrió el afluente desde que nace hasta que termina y no se observó ninguna especie de Carpita de Cuernavaca ni de cangrejito barranqueño, ni mojarras ni bagres.

Tizoc en la basura

Tizoc, el abandonado

Por este enorme vacío andaba un perro negro, calvo con la mirada perdida. Más que domesticado es un animal indiferente a las personas. A veces llega hasta la entrada principal y observa hacia afuera, autos y gente se mueven constantemente y hacen ruido; él suspira, abre los orificios nasales y se mete el mundo adentro, luego voltea y regresa a su soledad.

Se llama Tizoc, es un xoloitzcuintle, hace dos años tenía una jaula y una plaquita. Era una de las atracciones, aunque no tanto como los monos araña. No estaba encerrado, la puertecilla donde le metían comida estaba abierta para cuando quisiera salir, pero él prefería estar adentro porque tenía sombra, comida y agua. En la actualidad no tiene jaula y cuando siente sed va hacia la parte trasera de las jaulas en donde tiene un traste viejo con agua sucia de la cual bebe, luego vuelve a deambular por todo el parque.

 

 

RECUADRO:

El parque Chapultepec abrió sus puertas al público en 1931, desde sus inicios ofreció a la comunidad áreas naturales de esparcimiento familiar.

En el sexenio de Vicente Estrada Cajigal ( 1930 y 1935) se construyeron la alberca, los vestidores y otras estructuras que lo convirtieron como el “Balneario de Chapultepec”.

En 1961 se hicieron canales de riego para los cultivos del sur de la ciudad. Se construyeron diversas instalaciones, de las cuales destacan el teatro Pirámide, la plaza “El Pueblito”, el lago y algunos locales comerciales.

De 1967 a 1969 se expropiaron los terrenos del balneario a favor del gobierno estatal y se construyeron oficinas, locales comerciales, teatro al aire libre, juegos mecánicos, un ferrocarril y un zoológico. El parque tuvo su época dorada, su deterioro y abandono y finalmente fue vendido a una empresa privada que lo reinauguró en 1990 como “Jungla Mágica” con nuevos atractivos tales como: aviario, planetario, delfinario, juegos de video etc. Debido a la poca innovación que ofreció, el parque se deterioró y el proyecto finalizó años después.

En diciembre del 2001, el gobierno del Estado de Morelos encomendó a la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA), iniciar un nuevo proyecto, debido al grave deterioro en el que se encontraba la antigua Jungla Mágica.

El nuevo Parque Ecológico Chapultepec reabrió sus puertas el 23 de noviembre de 2003, se ubica en la Colonia Chapultepec.

Tiene una superficie aproximada de 11 hectáreas, cuenta un recorrido lineal de 1,5 kilómetros; en su interior habitan árboles de más de 250 años.

Entre sus atracciones principales destacaban el planetario, la casa del terror, la casa de mi tío, el serpentario, la plaza El Pueblito, entre otras.

Los principales temas que se abordaban en este parque eran la teoría y práctica de una nueva cultura ambiental y del agua.