El papa de los migrantes: Por Carolina Ruiz Rodríguez

Cuernavaca, Morelos; 7 de mayo de 2025.- Jorge Mario Bergoglio fue electo Papa el 13 de marzo del año 2013. Tras conocerse esta decisión, uno de los cardenales presentes en el Cónclave, nacido en Brasil y de nombre Claudio Hummes, lo felicitó y le dijo «No te olvides de los pobres».

Estas palabras, contó posteriormente el propio Jorge Mario Bergoglio, le confirmaron su idea de ser un Papa que trabajaría y abogaría por los más desprotegidos, por lo que decidió adoptar el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, un santo que renunció a las riquezas de su familia para vivir en la más estricta pobreza, con una extrema humildad y en la más completa austeridad.

En esta vocación por los desprotegidos, el primer Papa latinoamericano colocó a las y los migrantes como prioridad en los 12 años de su papado. De hecho, su primer viaje pastoral realizado el 8 de julio del 2013, fue a la isla de Lampedusa, que es la puerta de entrada a Italia de miles de migrantes que buscan ingresar a Europa, provenientes sobre todo de África.

De acuerdo a las notas sobre esta visita a Lampedusa, Francisco estuvo en el monumento en memoria de los migrantes muertos en el mar, donde saludó a muchos de ellos, quienes lo recibieron con cánticos africanos y un sinfín de duras experiencias y testimonios de sus travesías.

Esta visita la realizó conmovido por el naufragio en el canal de Sicilia, de una lancha neumática de emigrantes procedentes de África. Además, Francisco celebró una misa en un altar hecho con barcas de migrantes recicladas, en cuya Homilía afirmó “¿Quién de nosotros ha llorado por este hecho y por hechos como este?… hemos perdido el sentido de la responsabilidad fraterna».

La voz de Francisco se alzó repetidamente para denunciar la indiferencia del mundo ante el sufrimiento de quienes se ven obligados a abandonar sus lugares de origen, sea por la guerra, la pobreza o el cambio climático. A esto lo llamó la «Globalización de La Indiferencia», misma que deshumaniza a los migrantes y los convierte en cifras, antes que personas.

Pero más allá de sus palabras, Jorge Mario Bergoglio estableció la Sección de Migrantes y Refugiados dentro del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, para trabajar con gobiernos y organizaciones internacionales, para alzar la voz y denunciar la forma en la que muchos tratan a los migrantes y refugiados.

En su participación en la 104ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que se realizó en el año 2018 en la Plaza de San Pedro, en el propio Vaticano, propuso cuatro verbos como guía para la acción a favor de los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar.

Vale recordar que los padres de Jorge Mario Bergoglio son de ascendencia italiana y nunca negó el origen y la condición de migrantes de sus abuelos. «Hay quienes trabajan sistemáticamente y con todos los medios para rechazar a los migrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y responsabilidad, es un pecado grave «, dijo el Sumo Pontífice durante su audiencia general de cada semana en la Plaza de San Pedro, apenas en agosto del año pasado.

También, anticipando el reciente cambio de gobierno en los EEUU, Francisco dijo que la cuestión no se resolvería mediante la «militarización de las fronteras» y, al contrario, pidió ampliar las rutas de acceso para los migrantes y una «gobernanza global de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad».

Más allá del sentido religioso que representa la figura del Papa, Jorge Mario Bergoglio deja un gran legado para visibilizar el tema migrante en la actualidad.

En muchas casas de migrantes y de refugiados, se oficiaron misas tras la muerte del Papa Francisco, el pasado 21 de abril. En estas misas, muchos lo recordaron como «El Papa de los Migrantes».

La propia ACNUR, que es la agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados, lamentó profundamente la muerte de Jorge Mario Bergoglio, a quién calificó como «un defensor incansable de los derechos y la dignidad de las personas refugiadas, migrantes y desplazadas por la fuerza en todo el mundo… Recordó al mundo las tragedias humanas que se están produciendo en las fronteras europeas y más allá de ellas, y destacó la responsabilidad que compartimos de proteger las vidas de quienes se ven forzados a huir».

Así que más allá de la fe, vale reconocer la obra y el legado que dejó Jorge Mario Bergoglio a favor de visibilizar las difíciles condiciones de millones de migrantes que hay en el mundo.

Denunció los riesgos que viven, la criminalización a que son sujetos por el solo hecho de ser migrantes, la esclavitud y explotación que sufren de diferentes formas y su incorporación forzada a los grupos del crimen organizado.

Por todo ello y mucho más, no nos queda más que reconocer el legado de Mario Bergoglio y agradecerle su trabajo a favor de los más desprotegidos, como son hoy en día las y los migrantes en todo el mundo.

*Diputada local presidenta de la Comisión de Atención a las Personas Migrantes en el H. Congreso del Estado de Morelos