Cuando no hay los mismos salarios,
y hay el mismo trabajo, eso es discriminación,
por eso, a trabajo igual,
salario igual (y derechos).
Claudia Sheinbaum
Por Laura Cevallos
El derecho, por ser una ciencia social viva, va dando paso a la modificación de las leyes existentes y la creación de nuevas, que reconozcan los derechos de las personas y los grupos vulnerados y vulnerables, y que, lo más probable es que hayan sido exigidos por décadas, o sea que la tarea legislativa, siempre ha ido un paso (o varios) atrás de la realidad social. Es momento de que se apresure esta labor.
La Presidenta se comprometió ante el Congreso y en la Ceremonia de Entrega del Bastón de Mando en el Zócalo, a que éste sería un sexenio feminista y con la serie de proyectos de reformas que se presentaron en su segunda mañanera del pueblo, se empieza a percibir que no era solo una pose aparejada con ser la primera mujer mandataria del país, sino que en realidad se quiere profundizar en la visibilización y puesta en marcha de todos esos derechos plasmados en la Constitución y las leyes secundarias, a favor de las mujeres, pero que como explicaba el Presidente López Obrador, hablando del porfiriato, y el obedézcase, pero no se cumpla, se tenían casi como letra muerta. Cierto que, durante sexenios enteros, las mujeres fueron víctimas de las invisibilización gubernamental y, aunque el sexenio anterior dio el primer gran paso hacia el reconocimiento del valor de las mujeres, con el primer gabinete y congresos paritarios, es imperativo que, en éste, la justicia sea una realidad para todas y todos.
La igualdad sustantiva es ir más allá de lo que está descrito como igualdad jurídica, porque en la vida real, no hay justicia plena, ni igualdad de derechos laborales o salariales y estas reformas garantizan máxima protección de las mujeres ante violencias digital, vicaria y cualquier otra que se ejerza en razón de género. Desde luego, es importante el trabajo legislativo que armonice las leyes secundarias y las locales a las reformas de la Constitución Federal y coordine los trabajos de las fiscalías, encaminadas a tutelar los derechos de las víctimas para actúen con perspectiva de género, consistente en la capacitación y concientización de los funcionarios primeros respondientes, para que actúen dentro del marco legal y no revictimicen a quienes se acercan para solicitar procuración e impartición de justicia.
Será interesante ver qué se incluirá en el folleto que se allegará a todas las mujeres -y hombres-, para que se difundan estas reformas y los derechos no vuelvan a quedar únicamente como la enunciación de buenas intenciones. El esfuerzo de un sexenio feminista debe ser trabajo de todas y de todos, para su comprensión y máxima difusión.