Decenas repartidores se dieron cita afuera de la Mega en Jiutepec y de ahí marcharon a las oficinas de las plataformas Didi y Uber, para posteriormente dirigirse al Palacio de Gobierno para pedir la intervención de la presente administración para que ponga un alto a tanta inseguridad.
Julio Cesar Rangel reveló que en seis meses lo han asaltado en cuatro ocasiones y le han quitado su moto, celular y su dinero y “no ganamos mucho, vamos al día, sacamos si acaso 150 pesos”.
Otro repartidor mencionó que tienen grupos de chat y diario se reporta un asalto y a pesar de que han denunciado las colonias con mayor índice delictivo los siguen enviando ahí y “por llevar una pizza, hamburguesa nos asaltan y si nos negamos nos sancionan y cobran los pedidos”.
Comentó que mejor han optado por no prestar su servicio después de las diez de la noche para no exponer su vida.
Dijo que ganan muy poco y sufren de muchos asaltos y las plataformas digitales no hacen nada para protegerlos.