“La actuación que yo tuve fue por salvar mi vida; yo no soy enemigo de los jovencitos”: escolta de Carmona Gándara

Edgar, escolta del fiscal general de Morelos

Magda Díaz
Cuernavaca, Morelos; 11 agosto de 2021. A casi dos semanas del hecho, personal de seguridad del fiscal morelense, Uriel Carmona Gándara, afirmó que la actuación de escoltas que se tuvo la tarde del cinco de agosto pasado se realizó conforme a lo establecido en los protocolos al detectar un riesgo.
Edgar, integrante de la unidad de protección a servidores públicos de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos, explicó que pasadas las tres de la tarde el convoy salió de la fiscalía de Temixco y se les emparejó un vehículo particular con vidrios polarizados, el cual durante el trayecto lo visualizaron en varias ocasiones en las que se le emparejó a la camioneta del fiscal.
En el tráfico de la autopista y con miras a atender un posible hecho en contra del convoy del fiscal, los escoltas hicieron contacto con la unidad particular, cuyo conductor maniobró de reversa y le golpeó en la pierna derecha; ante esta situación se utilizó el arma de cargo de uno de los custodios, quien en ningún momento intentó agredir a la persona de forma directa sino sólo a la unidad.
Edgar comentó que en ningún momento se les golpeó a los jóvenes, aseguró que fueron los propios jóvenes quienes se golpearon contra la carpeta asfáltica y además se negaron a ser trasladados a un nosocomio.
“El carrito se frena intempestivamente, estuvimos a punto de golpearlo, y se frena totalmente; en ese momento bajamos nosotros, cuando nos vamos a dirigir hacia el vehículo efectuó una maniobra de reversa y estuvo a punto de prensarme las piernas contra la camioneta táctica. Me pega, caigo y cuando yo me voy levantando del piso se baja del carro y mi sorpresa es que se baja en calzones, y lo primero que hace es tratar de arrebatarme mi arma. En el piso, en el suelo tratamos de controlarlo, y cuando me decía que era un abuso de autoridad se estaba golpeando la cabeza contra el pavimento, nosotros no les pegamos, como ellos manifiestan. Yo utilicé mi arma de fuego de acuerdo a los protocolos del uso legítimo de la fuerza, era peligro real, sí era real, era inminente, claro y era actual, estaba sucediendo, las armas se utilizan ante una necesidad, había una necesidad, salvar mi vida”, explicó el escolta del fiscal, quien detalló que tras el incidente tiene un esguince en la columna vertebral, golpes en la rodilla y una quemadura en el dedo de la mano, por sujetar el cañón caliente del arma tras haberla accionado.