“Ya se cumplen dos años sin mi hijo”: investigadora del INSP

Manifestación ante el TSJ

Magda Díaz
Cuernavaca, Morelos; 10 de enero de 2022. Integrantes del colectivo «Nahualas Feministas: desde la periferia» protestaron afuera del acceso principal de la sede del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ubicada en el centro de Cuernavaca, para denunciar que por lo menos quince mujeres padecen de violencia vicaria que ejercen en su contra juzgadores del Poder Judicial.
En el acto en el cual hicieron pública esta situación aseveraron que los jueces del séptimo, octavo y noveno familiar cometen irregularidades, omisiones y negligencias que lejos de velar por el interés superior del menor favorecen a los padres de los infantes, puesto que en vez de tener resoluciones rápidas en juicios de guardia y custodia definitiva tardan más de dos años para hacer un pronunciamiento final de las mismas.
“Mi caso no es el único (…) pidiendo ver a mi hijo, no lo he podido ver, he venido a pedir ayuda en varias ocasiones pero la violencia en contra de mí se ha vuelto a hacer peor; la verdad es que todo este tiempo ha existido una violencia estructural. No soy la única, hay casos terribles, desgarradores, se está protegiendo a los hombres, detrás de todo esto existe una cuestión machista y misógina”, señaló Grea Moreno Banda.
La investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) expresó que no ha podido ver a su hijo de doce años, quien se encuentra con su papá, pese a que existen tres carpetas de investigación en contra del hombre por delitos cometidos contra su propio hijo.
Por su parte, Claudia Leticia Jiménez refirió que desde hace un año, tres meses y nueve días no ha podido ver a sus hijos de nueve y once años de edad, por ello urgió al Poder Judicial a garantizar el vínculo materno-filial, toda vez que alejarlos de sus madres violenta su desarrollo emocional, y se exige que los agresores no descobijen a sus infantes toda vez que esa es la amenaza que los hombres asumen.
“Estamos imposibilitadas de ejercer lo más básico y humanitario que es la relación materno-filial; no comprendemos porque se autoriza que agresores utilicen una manera tan despiada y deshumanizada sobre nuestros propios hijos, niños y niñas que ven alterados su desarrollo emocional, su personalidad”, refirió la madre de los menores.
Las inconformes demandaron capacitación del personal, desde los jueces y hasta el de menor rango, en violencia con perspectiva de género, para con ello prevenir que la violencia vicaria no se continúe ejerciendo, toda vez que actualmente, en todo el país, son 500 mujeres las que padecen esta situación.