Cuernavaca, Morelos; 15 de septiembre de 2022. Como se acordó la tarde noche de este miércoles, el presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, encabezó este jueves una reunión de trabajo con integrantes del Cabildo y Gabinete para evaluar lo sucedido en la colonia Los Pilares, las condiciones de riesgo y las decisiones a tomar ante el desplazamiento de piedras y tierra que cayeron sobre dos viviendas asentadas en la parte baja de un paredón, lo que lamentablemente provocó el fallecimiento de tres personas, cuatro personas rescatadas que ya fueron dadas de alta, y daños materiales sin cuantificar.
En la reunión donde se contó también con la asistencia de representantes del Colegio de Ingenieros del Estado de Morelos, se acordó que entre las acciones inmediatas a implementar será la evaluación de riesgos del talud que se encuentra inestable y con la posibilidad de que con la lluvia o algún sismo se registren más desprendimientos, aunado a un estudio técnico de la tierra por parte de los ingenieros y autoridades municipales en la materia con el objetivo de saber qué grado de inestabilidad tiene y contar con un escenario más claro de lo que podría sobrevenir, para el cual solicitarán el respaldo de las áreas técnicas del Gobierno del Estado.
Al respecto, José Luis Urióstegui informó que el estudio se ha comenzado a realizar desde el mismo miércoles y se estima que se puedan obtener resultados claros en tres o cuatro semanas, ya que con este análisis técnico por geotecnia se podrá determinar que tanto debe rebajarse el talud y que otro tipo de obras se podrían hacer, requiriendo acciones eficaces e inmediatas, particularmente porque son 10 las viviendas en peligro ante la cercanía con el talud, pero son cerca de 110 inmuebles que podrían afectarse en un caso de desastre.
“Se han padecido sismos, lluvias intensas y el área de por si tiene una composición poco estable, es arena y tierra y la fuerza del viento y los árboles que han crecido han abonado a esto”, expresó.
El alcalde capitalino sostuvo que, de acuerdo a los expertos, por el momento no es factible recoger los escombros debido a que están sirviendo de contención al talud, por lo que el movimiento y las vibraciones que pudieran provocar las maquinas que se necesitan para ello, desprenderían más material arenoso y tierra.
José Luis Urióstegui destacó que en común acuerdo con los titulares y directores de área de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC), la Coordinación Municipal de Protección Civil, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos, la Dirección de Panteones, la Dirección del Panteón de La Paz, y miembros del cuerpo edilicio, la comunicación con familiares de las víctimas y vecinos de las viviendas aledañas a la zona devastada será de manera permanente, procurando el desalojo, puesto que han sido notificados del riesgo en que se encuentran, aunque depende de la voluntad de las personas, haciendo el municipio la parte que les corresponda.
Para ello, reiteró que como se indicó la noche del miércoles a los propios residentes, elementos de la SEPRAC y el Ejército Mexicano están resguardando las viviendas de la zona cero, estando atentos a cualquier situación que se presente, y ofreciendo el municipio un albergue temporal en la Ayudantía del poblado de Chipitlán; además de que el Sistema DIF Estatal manifestó su apoyo para albergar a las personas que sean necesarias.
En este sentido, se instruyó al director de Colonias, Poblados y Delegaciones del municipio, Luis Arturo García Mondragón, a que mantenga comunicación con los vecinos, invitándoles a desalojar para evitar ponerse en riesgo, pero también haciendo un censo de las necesidades de cada familia para que puedan ser subsanadas en base a la situación de la presente administración.
Finalmente, el presidente municipal de Cuernavaca mencionó que a fin de prevenir movimientos en una franja de al menos 20 metros hacia el talud y el desprendimiento de más arena y tierra, en el panteón de La Paz se llevarán a cabo la poda de árboles en zonas que pudieran propiciar la caída de este material, así como también, a través del director del panteón, estarán hablando con los familiares de quienes están sepultados en estas áreas para explicarles la necesidad de mover a sus difuntos a otros espacios, esto con el propósito de que al acudir a visitarlos no se pongan en riesgo, siendo 10 las tumbas en peligro inminente y un promedio de 70 que están ubicadas en una franja que pudiera ser afectada.
Urióstegui Salgado refrendó el apoyo del Gobierno municipal a los deudos y familias afectadas, haciéndose cargo de todos los gastos funerarios de las personas fallecidas; puntualizó que, si bien serán trabajos a corto, mediano y largo plazo, el compromiso de la actual administración es atender esta situación y no dejar solos a los pobladores.
En la reunión donde se contó también con la asistencia de representantes del Colegio de Ingenieros del Estado de Morelos, se acordó que entre las acciones inmediatas a implementar será la evaluación de riesgos del talud que se encuentra inestable y con la posibilidad de que con la lluvia o algún sismo se registren más desprendimientos, aunado a un estudio técnico de la tierra por parte de los ingenieros y autoridades municipales en la materia con el objetivo de saber qué grado de inestabilidad tiene y contar con un escenario más claro de lo que podría sobrevenir, para el cual solicitarán el respaldo de las áreas técnicas del Gobierno del Estado.
Al respecto, José Luis Urióstegui informó que el estudio se ha comenzado a realizar desde el mismo miércoles y se estima que se puedan obtener resultados claros en tres o cuatro semanas, ya que con este análisis técnico por geotecnia se podrá determinar que tanto debe rebajarse el talud y que otro tipo de obras se podrían hacer, requiriendo acciones eficaces e inmediatas, particularmente porque son 10 las viviendas en peligro ante la cercanía con el talud, pero son cerca de 110 inmuebles que podrían afectarse en un caso de desastre.
“Se han padecido sismos, lluvias intensas y el área de por si tiene una composición poco estable, es arena y tierra y la fuerza del viento y los árboles que han crecido han abonado a esto”, expresó.
El alcalde capitalino sostuvo que, de acuerdo a los expertos, por el momento no es factible recoger los escombros debido a que están sirviendo de contención al talud, por lo que el movimiento y las vibraciones que pudieran provocar las maquinas que se necesitan para ello, desprenderían más material arenoso y tierra.
José Luis Urióstegui destacó que en común acuerdo con los titulares y directores de área de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC), la Coordinación Municipal de Protección Civil, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos, la Dirección de Panteones, la Dirección del Panteón de La Paz, y miembros del cuerpo edilicio, la comunicación con familiares de las víctimas y vecinos de las viviendas aledañas a la zona devastada será de manera permanente, procurando el desalojo, puesto que han sido notificados del riesgo en que se encuentran, aunque depende de la voluntad de las personas, haciendo el municipio la parte que les corresponda.
Para ello, reiteró que como se indicó la noche del miércoles a los propios residentes, elementos de la SEPRAC y el Ejército Mexicano están resguardando las viviendas de la zona cero, estando atentos a cualquier situación que se presente, y ofreciendo el municipio un albergue temporal en la Ayudantía del poblado de Chipitlán; además de que el Sistema DIF Estatal manifestó su apoyo para albergar a las personas que sean necesarias.
En este sentido, se instruyó al director de Colonias, Poblados y Delegaciones del municipio, Luis Arturo García Mondragón, a que mantenga comunicación con los vecinos, invitándoles a desalojar para evitar ponerse en riesgo, pero también haciendo un censo de las necesidades de cada familia para que puedan ser subsanadas en base a la situación de la presente administración.
Finalmente, el presidente municipal de Cuernavaca mencionó que a fin de prevenir movimientos en una franja de al menos 20 metros hacia el talud y el desprendimiento de más arena y tierra, en el panteón de La Paz se llevarán a cabo la poda de árboles en zonas que pudieran propiciar la caída de este material, así como también, a través del director del panteón, estarán hablando con los familiares de quienes están sepultados en estas áreas para explicarles la necesidad de mover a sus difuntos a otros espacios, esto con el propósito de que al acudir a visitarlos no se pongan en riesgo, siendo 10 las tumbas en peligro inminente y un promedio de 70 que están ubicadas en una franja que pudiera ser afectada.
Urióstegui Salgado refrendó el apoyo del Gobierno municipal a los deudos y familias afectadas, haciéndose cargo de todos los gastos funerarios de las personas fallecidas; puntualizó que, si bien serán trabajos a corto, mediano y largo plazo, el compromiso de la actual administración es atender esta situación y no dejar solos a los pobladores.