Magda Díaz
Cuernavaca, Morelos; 28 de septiembre de 2022. La tradición para el cuidado de los cultivos que data desde la época prehispánica y que utiliza flores de pericón continúa vigente en estos tiempos; a decir del vicario general de la Diócesis de Cuernavaca, la misma se ha ido transformado puesto que ahora no sólo se coloca para cuidar la cosecha sino que la ciudadanía busca salvaguardar sus bienes materiales y muebles, como casa y automóviles.
Tomás Toral Nájera refirió que la tradicióna que marca que los días 28 y 29 de septiembre “el mal anda suelto”, aún hace que los católicos en su afán de resguardar su patrimonio coloquen en sus puertas, ventanas y parrillas de carros cruces de flor de pericón, en señal de protección contra el mal.
El vocero de la diócesis capitalina comentó que pese a que la urbanización ha reducido los espacios para la cosecha de flor de pericón, mucha gente la busca para protegerse.
“El día 28 y el día 29 se dice que el mal anda suelto, el diablo anda suelto, hay que proteger las cosechas; la flor de pericón comenzó a ser este sentido de protección contra el mal. En los campos, en las casas, en las ventanas se pone la cruz de pericón porque dicen que el día de San Miguel el diablo anda suelto y San Miguel Arcángel “Quien como Dios”, lo vence. Vemos tanta urbanización que los campos se han ido haciendo a un lado, es importante reconocer que a pesar de eso la gente se torna en búsqueda de pericón para estos tiempos, por que es el sentido religioso el que está permeando por sobre todo lo demás; continuamos viendo en las casas las cruces de pericón”, dijo Toral Nájera.
Afuera de parroquias, mercados y en cruceros viales, este miércoles se intensificó la vendimia de ramos y cruces elaboradas con flor de pericón; a diez pesos las cruces y manojos desde los quince pesos, son los costos en los cuales se estuvo comercializando la flor de pericón este 2022, que fue adquirida principalmente por personas adultas.
Cabe recordar que la iglesia católica celebra este 29 de septiembre a los arcángeles Miguel, Rafael y San Gabriel.