Por Máximo Cerdio
Cuernavaca, Morelos; 23 de agosto de 2018. Vanesa Perbellini Soberanes, quien en junio de 2016 presentó ante la Fiscalía General del Estado la primera denuncia por crueldad y maltrato animal asentada en el número de carpeta de investigación 01/2976/2016, en contra de Azael Orañeguis Aguilar, dio a conocer que la perrita “asesinada” no encontró justicia, a pesar de que su matador se suicidó a principios de este año.
Dijo que la perrita no tuvo justicia porque las autoridades de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Morelos (PROPAEM) ni las de las Fiscalía llevaron el caso hasta las últimas consecuencias, y por que no vemos que el maltrato y la crueldad animal hayan disminuido.
Recordó que el 28 de mayo de 2016, Azael Orañeguis Aguilar, siendo trabajador de una empresa privada de recolección de basura, mató a palos a una perra French Poodle color negro, a a quien se le conocía como “Negrita”, cuando el animal sólo intentaba buscar alimento en los restos de basura, hechos ocurridos en la calle Angélica Esquina Leyva en la Colonia Miraval.
También dijo que en su momento especialistas que conocieron del caso habían advertido de la peligrosidad del agresor, ya que “la crueldad animal es sinónimo de una enfermedad más profunda y de peligrosidad en el humano”.
Explicó que este año la PROPAEM impuso una sanción administrativa a Azael, pero que quedó en eso, solamente, en una sanción, porque en relación con la averiguación que se inició en la Fiscalía no le dieron seguimiento y ahora no será posible que se castigue, ya que Azael Orañeguis Aguilar se suicidó.
Por último, dijo que continuaría su labor en la protección de los animales y cuidado del medio ambiente, pero que veía más viable trabajar con los niños:
“Los humanos ya estamos muy dañados, muy podridos, ya no entendemos; creo que la esperanza está en los niños”.