
Por Máximo Cerdio
Cuernavaca, Morelos; 6 de noviembre de 2018. Un ciudadano denunció que fue víctima de actos de corrupción de parte de un juez cívico, a quien le entregó cuatro mil pesos por liberar a su hijo y a un amigo de éste, luego de que fueron detenidos sin razón. También dijo que su hijo y un amigo de éste fueron víctima de policías del Mando Único, quienes que los privaron de su libertad de manera ilegal por más de tres horas.
El ciudadano, quien pidió que no se revelara su nombre porque tiene miedo de que el juez y los policías lo identifique, relató que el lunes 28 de octubre de este año su hijo, que es un universitario en esta ciudad, de 24 años y se dedica a estudiar, y un compañero de la escuela, de 27, salieron de clases y fueron al centro.
Cuando iban caminando en una calle del primer cuadro, aproximadamente a las 14:30 horas, se les cerró una unidad de Policía del Mando Único.
–Los muchachos no se dieron cuenta del número de patrulla, porque todo sucedió muy rápido y tuvieron miedo, pero podrían identificar a los elementos. Los uniformados bajaron de la unidad y los amagaron, abrieron y revisaron sus mochilas sin su consentimiento, y luego los esposaron y los subieron con lujo de fuerza a la patrulla.
El denunciante dijo que, del centro de la ciudad, los chicos fueron llevados un sector, por la colonia Satélite. Durante el trayecto los policías les pidieron dinero para dejarlos en libertad, pero como no llevaban suficiente, no los soltaron y los bajaron y los privaron ilegalmente de su libertad en el sector, en donde estuvieron incomunicados por más de tres horas. Al anochecer de ese mismo día, los llevaron ante el juez cívico, a un costado del Cuerpo de Bomberos Cuernavaca, localizado afuera del Mercado Adolfo López Mateos.

–Yo me presenté muy asustado, como a eso de las 20:30 horas ante el juez cívico. Pregunté por mi hijo y su amigo y me dijeron que sí estaban detenidos. Te preguntarás cómo me enteré que estaban ahí: mi hijo se las ingenió para esconder su celular y mandarme su ubicación, a pesar de que estaba esposado. Me pasaron a una oficina donde estaba un hombre que se ostentó como juez cívico, y me dijo que en el informe policiaco se reportaba que los jóvenes habían sido detenidos porque andaban en una zona roja en la colonia Satélite: “Te doy dos opciones para entregarte a los chicos: dejarlos 36 horas reglamentarias y después venir por ellos, o pagar una multa de dos mil pesos por cada uno; tú decides” -le propuso el juzgador al denunciante.
La víctima relata que no tenía esa cantidad de dinero, porque es un empleado, que vive al día, pero que comenzó a hacer llamadas para conseguir cuatro mil pesos y con mucho esfuerzo logró reunir esa cantidad en calidad de préstamos. Como a las 21:30 horas regresó y le dio en la mano al juez cívico, cuatro mil pesos, y le entregaron a su hijo y a su amigo.
–A mi hijo le regresaron la mochila y su cartera, el celular lo había podido esconder de los policías antes que lo aprehendieron; al otro muchacho no le regresaron ni su mochila ni el celular ni su cartera. El juez no me entregó ningún recibo y yo no firmé nada –expuso el denunciante.
El denunciante también contó que dentro de los separos su hijo se enteró que, por cada puesta a disposición, justificada o injustificadamente, a los policías les estaban dando 250 pesos.
Denunció este caso de abuso policiaco y de corrupción del juez, para evitar que los jóvenes, les suceda lo que a su hijo y al amigo de éste, además de que les ocurra lo que le pasó a varios muchachos detenidos por policías de Cuernavaca y que han sido desaparecidos o los han matado, como sonado asunto del jovencito Erwin Itzael Altamirano Delgado, quien tras ser detenido por elementos del Mando Único en Cuernavaca, falleció en los separos policíacos, presuntamente por golpes de los elemento policiacos.
Pidió al gobernador Cuauhtémoc Blanco que revise al personal policiaco y a los jueces, ya que durante su campaña rumbo a la gubernatura y el día que tomó posesión el cargo hizo suya la promesa de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, en el sentido de que eliminaría la corrupción.
La victima afirmó que sobre estos hechos no existe ningún acta, documento o reporte, más que los testimonios de los chicos y lo que aquí ha relatado.
–Tengo miedo de dar mi nombre y los de los muchachos porque la situación que priva en Morelos es de inseguridad y ningún ciudadano honesto y simple puede contra tanta corrupción que hay en la policía y en el poder judicial, en otras circunstancias y en algún otro estado de la república quizá sí presentaría denuncia, pero por experiencia propia sé que las denuncias en contra de los servidores y funcionarios no prosperan, no hay justicia, además de que en cualquier momento pueden llegar a mi casa o a la de mi familia y desaparecernos sin que nadie haga nada.