Por Máximo Cerdio
Miacatlán, Morelos, 23 de julio de 2018. La Segunda Caravana por la Vida y en Defensa del Territorio que salió de Cuernavaca el sábado 231 de julio, pasando por Temixco, Xochitepec, Alpuyeca, llegó a Coatetelco, después de las 13:00 horas, debajo de un sol brutal.
Más de veinte carros y autobuses iban en hilera y algunos llevaban lonas con la leyenda «Sí a la vida».
En la entrada del recién declarado municipio autónomo indígena de Coatetelco, la gente los esperaba en las calles con bolsas de agua, tortas y tamales que fue entregando sin pararse.
La caravana tenía el objetivo de manifestar la lucha de éste y otros pueblos vecinos contra la explotación de recursos naturales a través de la minería; específicamente la empresa Alamos Gold que pretende llevarse oro, plata, arsénico y antimonio del ejido de Coatetelco.
El ejido logró obtener un amparo contra la operación de la minera, sin embargo la estrategia de la corporación va más allá de lo jurídico, y pretende lograr la aceptación del pueblo dando dádivas a la comunidad en una especie de programa social para «ayudar» en las necesidades más sentidas, explicó Roberto Solis Pineda, originario del pueblo de Coatetelco y miembro del Movimiento Morelense en contra de las Concesiones Mineras de Metales.
«Tenemos conocimiento de que Álamos Gold sigue estando presente en las comunidades y aquí ha venido a ofrecer apoyos, una es en la parte de la Iglesia, desde antes que pasara el sismo de septiembre pasado ya las misas se llevaban a cabo afuera y se tenía la intención de hacer una capilla abierta, y ahora que se derrumba la capilla con mayor razón se iba a hacer eso; entonces llega la minera a ofrecerle el apoyo al sacerdote para la capilla abierta y esto es lo último para meterse a Coatetelco», expuso Roberto Solís.
La lucha de los pueblos no es reciente, en 2002 el gobierno federal otorgó una concesión por 50 años a la minera canadiense Esperanza Silver para la explotación de diversos recursos naturales, tiempo después al conocer las afectaciones al territorio, la comunidad empezó una lucha para evitar que la minera continuara las actividades, Esperanza Silver se fue pero llegó Álamos Gold.
Roberto Solís Pineda comenta que en Coatetelco supieron de la actividad minera 11 años después, es decir, hasta 2013 cuando se unieron como pueblo a la lucha.
«La información que tenemos es que dentro de nuestro ejido detectaron cuatro metales: oro, plata, antimonio y arsénico; entonces incluso en el mapa que tiene la empresa tiene señalados en puntos rojos lugares donde tienen mayor interés de trabajar, sabemos que el antimonio sirve para explosivos y otras cosas relativas a la guerra, es mucho más caro que el oro y creemos que después del (cerro del) Jumil se van a pasar al Ejido de Coatetelco, también sabemos por la información que nos han compartido estudiosos en el tema que están participando en esta lucha; que el antimonio es muy radiactivo y eso representaría una contaminación severa».
Coatetelco es una comunidad con población indígena en donde la lengua materna ya se habla muy poco; pertenece al municipio de Miacatlán y las actividades primarias se enfocan en la agricultura, la pesca y la actividad turística que se genera en torno a laguna del mismo nombre. Sus pobladores conocen su territorio y temen que ríos y diversos cuerpos de agua salgan afectados, lo que representaría el fin de su entorno.
«Estamos trabajando en parar a la mina, que no se asiente, que no exploten los cerros. Cuando se trastoca el punto «la víbora», el punto rojo que está a medio río Tembembe y esa cuenca del río Tembembe riega a mil 700 hectáreas por medio de dos lagunas, ésta de aquí de este pueblo de Coatetelco y la del pueblo de El Rodeo y prácticamente son mil 700 familias las que están en riesgo, esperamos que las futuras generaciones no permitan que destruyan esas mil 700 hectáreas, no destruyan esas mil 700 familias; y esa cuenca del río Tembembe también tiene a 800 ganaderos y prácticamente de asentarse la minera va a desaparecer la ganadería y la pesca de 70 familias que están organizados en una cooperativa, y con ello la actividad turística, todo esto es una cadena de afectación», comentó también Juan Jiménez Escobar, ejidatario de Miacatlán e integrante del Movimiento Morelense en contra de las Concesiones Mineras de Metales.
En Coatetelco que está próximo a ser uno de los 4 nuevos municipios indígenas, sus pobladores lamentaron que el Consejo Municipal que llevará las riendas de la administración municipal no esté interesado en la lucha contra lo que ellos consideran, será una afectación severa al medio ambiente, «la minera llega y capta a las autoridades», lamentaron.
La manifestación realizada ayer fue parte de la Segunda Caravana por la Vida y en Defensa del Territorio que salió de Cuernavaca pasando por Temixco, Xochitepec, Alpuyeca, Coatetelco, Mazatepec, Miacatlán, El Rodeo, Xochicalco y Metepec, todas estas comunidades y municipios afectados directamente por la actividad minera.