Por Silvia Lozano Venegas
Cuernavaca, Morelos; 24 de septiembre de 2018. Integrantes del Sindicato Administrativo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos retuvieron por algunos minutos al rector de la máxima casa de estudios, Gustavo Urquiza Beltrán, para exigirle el pago de su salario y que arregle la situación de la UAEM, tras arribar a la torre de rectoría donde llevaron a cabo una manifestación.
Los trabajadores Administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, previamente tuvieron una reunión en el sindicato de Nissan en Jiutepec donde acordaron llevar a cabo manifestaciones en rectoría, liberar casetas, así como acudir ante la secretaría de Hacienda Federal para demandar el rescate financiero de la máxima casa de estudios y se garantice el pago de su salario y prestaciones de aquí al mes de diciembre y concluya la huelga.
Sin embargo, cuando arribaron a la torre de rectoría, se encontraron con el rector Gustavo Urquiza, rodearon su camioneta y le demandaron una solución.
Al respecto, el rector dijo que han tenido el acompañamiento del gobierno estatal entrante, pero a la fecha no han tenido ninguna respuesta y esta a la espera de que le den una solución.
Agregó que este martes comparecerá el secretario de Hacienda ante el Senado y el miércoles acudirá la ciudad de México para ver si hay una respuesta para que concluya esta huelga porque representa una gran pérdida económica y que proyectos científicos estén parados.
Enfatizó que el gobierno estatal no dio ningún recurso extraordinario, que los 23 millones de pesos que les depositó son parte de la ministración que reciben de manera normal de su presupuesto y no representan ningún recurso extraordinario.
Que si este gobierno tuviera voluntad política hablaría con el presidente de la república porque su gestión termina hasta el 30 de septiembre.
En tanto, el secretario general del STAUAEM, Carlos Sotelo, dijo que continuarán sus movilizaciones hasta que el gobierno federal los voltee a ver y dé una respuesta a sus demandas lo más pronto posible, porque tal parece que nadie los ve ni escucha.